Limpieza de edificios, solo para profesionales |
Las empresas de limpiezas ofrecen calidad y eficacia en la limpieza de fachadas y edificios. |
La limpieza de edificios no es un asunto fácil. Requiere unos medios técnicos específicos que garanticen la máxima seguridad, así como la intervención de personal cualificado, ya que en algunas ocasiones resulta de gran complejidad. Todo ello ha incidido en la profesionalización creciente del sector, al igual que en el desarrollo de nuevas técnicas y productos. La demanda de estos servicios de limpieza se extiende no sólo a empresas, sino también a entidades públicas y a particulares (comunidades de propietarios). Dentro de la limpieza general de edificios podemos distinguir la limpieza en altura y de zonas de difícil acceso, y la de cristales. En la limpieza de las fachadas entran en juego factores como el tipo de materiales a limpiar, la altura, o el diseño específico de la fachada. Encontramos así distintos medios mecánicos según la altura a la que haya que elevarse y en función del diseño del propio edificio. Igualmente, existen diferentes productos químicos para limpiar y restaurar las fachadas sin dañar los materiales, aunque el agua sigue siendo el mejor aliado para la limpieza, y por lo tanto el producto más utilizado. Este tipo de trabajos requiere la intervención de especialistas en trabajos verticales. El cumplimiento de las normativas de prevención de riesgos laborales se hace en estos casos más importante que nunca. Un asunto siempre delicado en la limpieza de los edificios es la limpieza de cristales. La incorporación masiva del cristal en el diseño de todo tipo de edificaciones supone un reto a la hora de afrontar su limpieza. Las empresas del sector han desarrollado diferentes métodos que permiten optimizar resultados y abaratar los costes de un proceso en ocasiones complejo. Algunos de los métodos habituales son las pértigas extensibles, la maquinaria de elevación, o las escaleras de largo alcance. Son cada vez más frecuentes las técnicas que permiten limpiar a mayor altura sin necesidad de montar andamios o máquinas elevadoras, lo que reduce sensiblemente los costes. El agua vuelve a ser el producto de limpieza más utilizado, junto a diferentes productos químicos, que tienden a ser menos agresivos con la superficie sobre la que se aplican y con el medio ambiente en general. Otros aspectos que incidirán en la dificultad de la limpieza son la superficie del cristal y su ubicación. Si la superficie del vidrio es lisa, o con grabados, o si el cristal está situado en interior o exterior, se limpiará de distinta manera y puede que utilizando diferentes productos para optimizar la duración de la limpieza. Un ejemplo de especialización y profesionalidad es la empresa Bibey, que ofrece un excelente servicio de limpieza en Madrid y en Barcelona. Puede obtener más información en nuestra web www.limpiezas.com. |
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